¿No se siente bien que te traten como si fueras importante? Un lugar de trabajo verdaderamente diverso e inclusivo crea un entorno en el que todos se sienten genuinamente bienvenidos, apoyados y valorados por lo que son y por lo que aportan.
Teniendo en cuenta la gran parte de nuestras vidas que pasamos en el trabajo, de forma remota o en la oficina, sentirnos seguros y respetados no es un lujo. Es una necesidad básica. Y nos atrevemos a decir que crear ese tipo de entorno no debería ser una carga o una casilla que marcar.
Cuando las personas se sienten emocionalmente seguras, surge la confianza. Esto conlleva una comunicación abierta, nuevas ideas, una colaboración más sólida y un sentido de pertenencia que anima a todos. La diversidad y la inclusión forman la base sobre la que nos basamos, respaldados por políticas y objetivos útiles.
En Trueplay, nos comprometemos a crear una cultura que sea cómoda para todos. Y todo comienza con conversaciones honestas. En esta entrevista, Mariia Tiekuch, nuestra directora sénior de recursos humanos de Fractional, comparte su experiencia y sus ideas sobre cómo es la inclusión en la vida real, cómo ha evolucionado y qué podemos hacer todos para que nuestros equipos sean más fuertes, amables y conectados.
La inclusión significa crear un lugar de trabajo en el que todos se sientan valorados, seguros para expresarse y plenamente involucrados en los procesos de la empresa, independientemente de su identidad, antecedentes o experiencia. En Trueplay, es esencial porque afecta directamente a la innovación, la colaboración, la retención y la satisfacción de los empleados. Los entornos inclusivos liberan todo el potencial de las personas y ayudan a los equipos a rendir al máximo.
La diversidad tiene que ver con quién está representado en el equipo: diferentes géneros, edades, etnias, nacionalidades, etc. La inclusión se refiere a cómo se trata a esas personas, si se sienten escuchadas, seguras e involucradas.
Me gusta mucho cómo lo expresó sabiamente Vernā Myers: «La diversidad es que te inviten a la fiesta; la inclusión es que te pidan que bailes».
En los últimos años, la inclusión ha pasado de ser una prioridad empresarial clave, y ha pasado a ser una prioridad empresarial clave. Hemos visto que se presta cada vez más atención a los prejuicios inconscientes, las microagresiones y las prácticas de liderazgo inclusivas. En Trueplay, combinamos seminarios web y mesas redondas sobre temas como el Mes de la Historia de la Mujer y el Mes del Orgullo para crear conciencia y fomentar la familiaridad, con auditorías de recursos humanos que ayudan a garantizar que nuestras prácticas de recursos humanos sean justas y consistentes.
¡Sí! Estas son algunas que recomiendo con frecuencia:
Como mujer que trabaja en entornos tecnológicos multiculturales y como alguien que sabe lo que es formar parte de grupos mayoritarios y minoritarios, he experimentado cómo las cosas sutiles, como no ser escuchada o no se confía plenamente en ella, pueden afectar la confianza y el rendimiento en el trabajo. Estos momentos han dado forma a mi compromiso de crear lugares de trabajo respetuosos, solidarios y verdaderamente inclusivos en los que las personas se sientan seguras de ser ellas mismas y prosperar.
Según mi experiencia, los equipos diversos ven más ángulos y aportan más ideas. Cuando personas con diferentes antecedentes y perspectivas trabajan juntas, se sienten seguras para alzar la voz y están dispuestas a escucharse unas a otras, aportan ideas audaces, se desafían y se apoyan mutuamente, estimulan la creatividad y toman mejores decisiones. Esto se traduce en mejores resultados empresariales.
Las investigaciones lo respaldan: las empresas con culturas diversas e inclusivas son más innovadoras, más productivas y, a menudo, obtienen mejores resultados financieros. La inclusión es lo que da sentido a la diversidad. Sin ella, la representación se convierte simplemente en números en un tablero.
A medida que la tecnología avanza a toda velocidad y la IA se integra más en nuestra vida diaria, la necesidad de experiencia técnica se hace evidente. Pero también lo es nuestra necesidad de algo que solo las personas puedan aportar: juicio, empatía, imaginación y la capacidad de conectar a un nivel más profundo.
Para crear productos y lugares de trabajo significativos en esta nueva era, necesitamos equipos que reflejen la riqueza de la vida real. Eso significa crear espacio no solo para las diversas habilidades, sino también para las diversas historias, voces y perspectivas.
Entonces, si se pregunta por dónde empezar con la diversidad y la inclusión, comience con algo pequeño y comience con las personas.